Fijar el precio adecuado para un curso online es una de las decisiones más importantes que un creador de contenido debe tomar, sobretodo al principio de la academia, porque uno no sabe cuánto cobrar o cuánto estará el cliente dispuesto a pagar.
El objetivo de crear este post es darte algunas ideas y claridad en este sentido, para que puedas fijar un precio inicial para tu curso y veas cómo puedes ir variándolo para ajustarlo mejor a las necesidades de tus alumnos y las tuyas propias.
En este comento además mi experiencia con mi academia, ya que a lo largo de los años hice muchísimas pruebas de precios y me ha dado varias conclusiones que comentaré a lo largo del psot.
Hola, soy Javier,
Experto en marketing digital y desarollo web.
Si necesitas ayuda, avísame al whatsapp y hacemos una consultoría gratuita.
1. Conoce a tu público y su disposición a pagar
Uno de los primeros pasos para fijar el precio de tu curso es analizar a tu audiencia y conocer lo que están dispuestos a pagar o gastarse para aprender.
Sé que parece obvio pero muchas veces (y a mí me ha pasado), cuando creamos un curso y buscamos poner el precio más bajo posible para que así se facilite la entrada de mucha gente a la academia, y ¡esto es un grabe error!
En mi caso, cuando hice el primer lanzamiento de mi academia en 2018, puse un precio realmente ridículo. 4,50€/mes o 49€/año, y además, por el lanzamiento puse un descuento extra, por lo que se quedaba en 37€/año.
Esto fue un grabe error, porque no había investigado cuanto realmente podría estar mi audiencia dispuestos a pagar para la transformación que ofrecía.
Si hubiese investigado el mercado, habría podido poner un precio más elevado, por ejemplo en torno a 15€/mes o 97€/año.
Además, es importante no solo entender cuánto está dispuesto a pagar tu público objetivo por acceder a los conocimientos que ofreces sino el nicho al que te diriges. No es lo mismo fijar el precio de un curso sobre aprender a tocar la guitarra para aficionados que para músicos que buscan tocar en una banda a nivel profesional
Cuanto más avanzada sea la transformación que puedas ofrecer a tus alumnos, mayor será el valor percibido del curso y más estarán dispuestos a pagar por aprender.
PROTIP: Trata de identificar una orquilla, un precio mínimo que tu alumno podría pagar y un precio máximo que estuviesen dispuestos a asumir en el caso de que pudieses aportarles máximo valor.
2. Crea valor añadido a través de la comunidad y el soporte
Cuando se trata de vender cursos online, no solo debes ofrecer contenido, sino una experiencia completa e inmersiva de aprendizaje activo.
En mi caso, descubrí que añadir un soporte personalizado y la creación de una comunidad de alumnos es clave para aumentar el valor de tu oferta.
Un acceso a un curso sin comunidad y sin soporte, independientemente del nicho en el que la persona se encuentre (ya sea a nivel profesional o particular), puede costar perfectamente 10€ y demasiado... Recuerda que el contenido, en su mayoría, está gratuito en youtube, por lo que la gente no solo compra tu método, compra una asociación a ti y tu comunidad.
Cuanto más prestigio tengas tú y mejor sea tu comunidad, más podrás cobrar por el acceso a tu academia. Recuerda, el contenido siempre se puede conseguir gratis, pero los contactos y la comunidad a los que accedes es mucho más complicado.
Utilizar plataformas como Discord para construir una comunidad donde los estudiantes puedan interactuar y apoyarse mutuamente es una excelente opción. Además, en esa misma plataforma puedes proporcionar soporte personalizado, lo que añade valor adicional que justifica un precio más elevado.
PROTIP: Tu comunidad es en realidad lo más valioso de tu academia, es lo que aportará ese toque diferencial, así que trata de evaluarla también en costes, piensa en ¿cuanto le costaría a mi alumno crear o acceder a una comunidad como la que yo quiero crear?
3. Evalúa los gastos que tienes y establece un precio mínimo
Fijar precios no solo se trata de lo que tus alumnos están dispuestos a pagar, sino también de cuánto te cuesta ofrecer el curso. Debes considerar todos los gastos, como las plataformas donde alojas el contenido, las horas de trabajo que dedicarás a cada alumno, y los costos de captación de los mismos.
Si, por ejemplo, te cuesta 50 € captar a un alumno, y además tienes otros gastos como plataformas o tiempo invertido en soporte, no puedes fijar un precio de 50 €, ya que no cubrirías tus costes.
Debes hacer un balance detallado de todos estos factores y establecer un precio mínimo que te permita cubrir los todos estos gastos y generar beneficios para poder seguir creciendo.
En mi experiencia, calcular estos números fue esencial para asegurarme de que la academia fuera rentable.
En mi caso, cada alumno me costaba adquirirlo unos 40€, y le solía dedicar entre 2 a 3 horas a lo largo de los 3 meses que duraba la academia, además, hacia varias sesiones en directo, por lo que los gastos de cada alumno ascendía a unos 80€.
Por esta razón, no podía ofrecer el acceso por menos de 80€, y decidí fijar un precio objetivo para el acceso a la academia de 297€, eso me daba suficiente margen como para hacer un 30% de descuento durante 1 semana, siendo el coste final de acceso de 197€, lo que me daba un margen de beneficio de unos 100€ por alumno.
PROTIP: No hace falta que lo calcules a rajatabla, hazlo a ojo, pero sí que debes de tener en cuenta cuantos costes debes cubrir anuales para que la academia se mantenga en funcionamiento. ¡Y aun que sea online, no es cero!
4. Comienza con un precio asequible y ajusta progresivamente
Cuando estás empezando, una buena estrategia es fijar un precio inicial asequible para atraer a los primeros alumnos. Si crees que el valor de tu curso es de 300 €, puedes comenzar poniéndolo a 100 € para facilitar la entrada de estudiantes y probar el mercado.
Eso sí, recuerda que este precio debe cubrir tus costes sí o sí.
Si notas que tus alumnos no están dispuestos a pagar ese precio mínimo de acceso a la academia, entonces, debes plantearte el reducir los costes.
A medida que vayas mejorando la calidad del curso, añadiendo lecciones y más valor, puedes aumentar el precio de forma gradual, y comprobar como va reaccionando el mercado, por ejemplo, podrías ir pasando de 100 € a 200 €, 300 € o incluso más.
PROTIP: Por ejemplo, en el primer lanzamiento puedes decir tu precio objetivo (300€), pero que como es el primer lanzamiento que haces, vas a ofrecer el acceso a solo 100€, ¿me explico? Así, en cada lanzamiento puedes ir disminuyendo el descuento que haces, aumentando consecuentemente el precio que cobras.
5. Ofrece continuidad con precios fijos
Una de las estrategias que mejor me ha funcionado es no solo fijar un precio de entrada para el curso, sino también ofrecer soporte y continuidad por un precio fijo durante un período determinado.
Por ejemplo, si tu curso dura tres meses y cuesta 200 €, al finalizar el curso, puedes ofrecer una extensión del soporte durante seis meses adicionales por un precio fijo, como 120 €.
De esta forma, aumentas la rentabilidad de cada alumno y mejoras el margen de beneficios. Obviamente no todo el mundo consumirá este segundo producto, pero de los que lo hagan, tendrás un beneficio extra.
¡Atención! En este punto te recomiendo, y es importante evitar el modelo de suscripción mensual, ya que muchos estudiantes aprovechan solo el primer mes y luego dejan de pagar, lo que destruye por completo tus márgenes, debes crear packs de soporte.
Debes cobrar un precio fijo por un período de tiempo prolongado para asegurar que los alumnos sigan comprometidos y puedan acceder a tu soporte cuando lo necesiten.
PROTIP: Aquí entra en juego una estrategia de precios, por ejemplo, si ofreces el acceso a la academia por 300€ y dura 3 meses, puedes ofrecer soporte por 6 meses y cobrar la mitad, o sea, 150€. De esta forma, la persona percive que le estás ofreciendo el doble de valor a la mitad de precio.
Conclusión es finales:
Fijar el precio de tus cursos online no es solo una cuestión de números; es un equilibrio entre lo que ofreces, lo que cuesta y lo que tus alumnos están dispuestos a pagar.
Aquí te hago un resumen con las conclusiones que puedes sacar de este artículo:
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Identifica una horquilla de cuánto está dispuesto a pagar tu potencial alumno por la entrada a una academia.
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Aumenta el valor percibido de tu academia con la creación de una comunidad y soporte personalizado para los alumnos.
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Calcula el precio mínimo en base al coste de captación de un alumno, horas dedicadas, comida, alquiler, etc.
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Asegúrate de que el primer precio que marques te genere un margen de beneficios para poder crecer y ve aumentándolo progresivamente con tu experiencia.
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Aumenta tu margen de beneficios ofreciendo soporte adicional por largos periodos de tiempo (ej: 6 meses — 12 meses) y da un precio fijo para esto.
Espero que estas recomendaciones te sirvan y te hayan gustado, ya sabes que puedes contactar conmigo si te gustaría hacer cualquier consulta haciendo click al botón 👇